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Qué son las LXP y por qué han llegado para quedarse

Los LXP surgieron hace relativamente poco, pero están transformando las plataformas de gestión del aula. ¡Descubre cómo!

Por Damián Dolcera el 20 de septiembre de 2023

Las LXP permiten tanto a educadores como a estudiantes una experiencia de aprendizaje más completa e involucrativa gracias al uso de la tecnología.

¿Qué son los LXP? Definición y contexto

En nuestro artículo anterior, exploramos la revolución que representaron las plataformas de gestión del aprendizaje (LMS) en el mundo educativo, comprendiendo su rol histórico, importancia y sus limitaciones. Sin embargo, hace aproximadamente un lustro, emergió una innovación: las Plataformas de Experiencia de Aprendizaje, o LXP por sus siglas en inglés (Learning Experience Platforms).

Las LXP son mucho más que simples plataformas de gestión del aprendizaje; están diseñadas para brindar experiencias educativas altamente personalizadas e interactivas que transforman la manera en que las personas adquieren conocimientos y habilidades. Se han convertido en un elemento crucial tanto en entornos educativos como corporativos, desafiando la supremacía de las LMS, que dominaron durante más de dos décadas.

A medida que la tecnología avanzaba y nuestros hábitos en línea evolucionaban, el panorama educativo necesitaba una actualización. Los ordenadores de escritorio dejaron paso a dispositivos móviles más poderosos, las redes se volvieron más sólidas y surgieron nuevas profesiones dedicadas a mejorar la experiencia digital, como los expertos en Experiencia de Usuario (UX/UI) y analistas de datos. Las LXP nacieron en esta era de transformación, aprovechando estos avances para ofrecer una experiencia educativa más completa e inmersiva.

Principales avances tecnológicos

Como mencionamos previamente, uno de los objetivos principales de las LXP es avanzar en términos de flexibilidad y adaptabilidad en comparación con las LMS.

En términos generales, las LXP destacan por su tecnología avanzada. Ya no se limitan a almacenar datos básicos como la realización de ejercicios o la asistencia. En su lugar, recopilan y visualizan en tiempo real datos más complejos, como las preferencias de los estudiantes, su interacción dentro de la plataforma, el número de intentos realizados y más. Esta capacidad permite un seguimiento detallado de cada alumno y la implementación de criterios personalizados, incluyendo la medición de habilidades blandas (soft skills).

Este enfoque tiene el potencial de cumplir una de las principales aspiraciones de la pedagogía: ofrecer un aprendizaje altamente personalizado. Además, proporciona a los educadores herramientas adicionales para evaluar a los estudiantes y ayudarles a mejorar sus áreas específicas de desarrollo. 

Por qué la experiencia de usuario es clave

El aprovechamiento efectivo de estas plataformas está estrechamente relacionado con su usabilidad. La experiencia del usuario es clave en al menos dos aspectos:

1. Intuitividad para docentes: Las LXP ofrecen herramientas simples para la creación de contenido y la visualización de datos, facilitando el trabajo de los educadores.

2. Atractivo para estudiantes: Deben ser atractivas para los estudiantes, fomentando su uso continuo. Dado que compiten con otros dispositivos, la facilidad de uso y las características de gamificación son esenciales. La adaptación móvil también es común y exitosa en estas plataformas.

En términos de autonomía (otro principio importante en la educación contemporánea) las LXP brindan más libertad. Aunque las actividades se crean generalmente por docentes o expertos en contenido educativo, los estudiantes tienen la opción de tomar decisiones sobre su progreso y ritmo. Algunas LXP incluso permiten que los estudiantes sean creadores de contenido, siguiendo el concepto de aula invertida.

Además, las LXP superan una de las limitaciones principales de las LMS: la falta de fomento del trabajo colaborativo. Mientras que en las LMS la interacción a menudo se realizaba fuera de la plataforma, las LXP crean entornos más colaborativos donde la interacción entre estudiantes es alentada, no solo con el docente.

Finalmente, las LXP se adaptan mejor a las formas modernas de evaluación. Por ejemplo, permiten actividades multidisciplinarias y la evaluación basada en competencias, una tarea difícil de lograr en las LMS. Este enfoque facilita la corrección y evaluación compartida, resolviendo uno de los desafíos comunes en las LMS: la coordinación entre docentes debido a limitaciones de tiempo y asignaturas.

Desafíos y oportunidades en la evolución de las LXP

A pesar de los notables avances que podemos atribuir a las LXP, aún enfrentan desafíos significativos en su desarrollo. Dado su reciente surgimiento, muchos de estos sistemas prometen más de lo que realmente pueden lograr. Aunque algunos están diseñados específicamente para el ámbito educativo, otros se aventuran en áreas adicionales.

En lo que respecta a la evaluación, también existe un amplio margen de mejora. Aunque las LXP pueden recopilar nuevos datos y competencias, a menudo las actividades se asemejan mucho a las tradicionales y las respuestas que reciben los alumnos a menudo se limitan a «correcto» o «incorrecto». Esto ofrece escaso valor formativo, y el feedback del docente sigue siendo esencial.

Sin embargo, es probable que estos aspectos se perfeccionen en poco tiempo, especialmente con la integración de tecnologías como la inteligencia artificial, la realidad virtual y la realidad aumentada. Esto transformará las experiencias de las LXP en algo aún más atractivo y auténtico. Debemos recordar que ya no se trata solo de proporcionar información, sino de brindar experiencias completas de aprendizaje en entornos propicios. Tanto estudiantes como docentes merecen esta evolución.

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Escrito en València con

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Ernesto Buñuel Sánchez
2 months ago

Dada la importancia que tiene el docente en la utilización de la LXP y, todos lo sabemos, la resistencia de muchos profesores a la incorporación de nuevas herramientas en su trabajo, estaría bien plantear a los gestores educativos (directores de centro, propietarios, consejerías) incentivos para su utilización.
En este sentido, y dada la interoperabilidad de las LXP, podría plantearse la creación de un foro nacional donde se intercambien experiencias en el uso de las LXP, que ayude a mejorar su aplicación y, por qué no, incentivar a los docentes usuarios en los sentidos emocional y económico.
Igualmente, dado el futuro prometedor de estas herramientas, tendrían que incorporarse al currículo de la enseñanza docente en universidades (magisterio, pedagogía, etc.) y otras instituciones educativas.
En definitiva, estoy seguro de que, tarde o temprano, las LXP van a ser la nueva pizarra y tiza de la educación en nuestro siglo. Pongámonos a ello para aplicarlas lo mejor y antes posible.