El nombre ya te da una pista de qué es el aprendizaje inmersivo. Sigue leyendo y descubre exactamente de qué se trata, qué tipos existen y los beneficios que traen.
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Existen muchos tipos de aprendizaje inmersivo diferentes, y a medida que avanza el tiempo y la tecnología, van surgiendo nuevos. A continuación, os explicamos algunos y los ilustramos con ejemplos:
Realidad virtual (RV): Sumerge completamente a los estudiantes en entornos digitales a través de gafas especiales. Por ejemplo, en un curso de historia, los estudiantes podrían usar RV para realizar un recorrido virtual por antiguas civilizaciones, permitiéndoles explorar de cerca estructuras históricas, entornos reconstruidos e incluso vivir de primera mano su historia.
Realidad aumentada (RA): Superpone información digital al mundo real, mejorando la percepción sensorial natural con elementos virtuales. En el ámbito educativo, esto se puede ver en aplicaciones que, por ejemplo, permiten a los estudiantes ver modelos anatómicos 3D superpuestos en sus propias manos o en un espacio físico de su aula, facilitando un aprendizaje interactivo y tangible de la biología.
Realidad mixta (RM): Combina elementos de la realidad virtual y aumentada, creando entornos donde los objetos físicos y digitales coexisten e interactúan en tiempo real. Un ejemplo podría ser una clase de ingeniería donde los estudiantes utilizan dispositivos de realidad mixta para trabajar en un proyecto de diseño mecánico colaborativo, manipulando componentes tanto físicos como virtuales.
3D: La visualización en 3D es una forma de aprendizaje inmersivo que permite a los estudiantes explorar conceptos complejos con modelos tridimensionales. Los educadores pueden emplear esta tecnología para enseñar estructuras geométricas en matemáticas, mostrando figuras que los alumnos pueden girar y descomponer para entender mejor sus propiedades y dimensiones.
Gamificación: Este método aplica elementos de juego en contextos educativos para motivar a los estudiantes y hacer el aprendizaje más atractivo e inmersivo. Por ejemplo, en Eutopía se recompensa a los estudiantes con de 1 a 4 puntos en cada actividad según cuántas preguntas respondan correctamente. Además, las dinámicas del juego incitan a que se necesiten más puntos para continuar con el progreso, y por tanto, los alumnos tengan una motivación extra para completar más actividades.
Aparte de la motivación, que ya lo hemos mencionado, las técnicas de aprendizaje inmersivo tienen otros muchos beneficios. El poder ver e interacturar permite a los alumnos adquirir conocimientos y consolidarlos de manera más rápida y entretenida. Además, la concentración y la atención se mantienen de manera sostenida y más duradera en las sesiones de aprendizaje inmersivo.
La seguridad es un beneficio muy importante que ofrecen estas metodologías ya que se puede experimentar y manipular de manera virtual sin sufrir los accidentes u otros perjuicios que se pueden generar en la vida real.
Existen muchos otros beneficios como el aprendizaje personalizado y adaptado al ritmo del alumno, pero no entraremos en todos para no alargar esta entrada más de la cuenta.
El aprendizaje inmersivo no pretende sustituir al aprendizaje teórico tradicional, sino que actúa como un complemento que enriquece y diversifica las estrategias educativas.
A pesar de que son tecnologías que ya están consolidadas, están en un proceso de continuo desarrollo y mejora, por lo que resulta interesante mantenerse actualizado.
Actualmente resulta complejo el acceso universal a las técnicas de aprendizaje inmersivo por sus elevados costes de hardware (material) y software (desarrollo). A pesar de ello, cada vez más instituciones educativas están incorporando estas herramientas, atraídas por sus claros beneficios, que son ampliamente reconocidos y valorados en el sector educativo.